Las siete características del jefe líder

 In Liderazgo

👇👇👇 Danos tu opinión a través de RRSS 👇👇👇

Un buen líder hace que la magia suceda. Sabe recopilar un montón de variables, unirlas y encontrar la manera de hacerlas trabajar en perfecta armonía unas con otras. Un buen líder comprende que el todo es mayor que la suma de las partes. Sabe cohesionar a la gente y a los equipos y es la base de cualquier organización de éxito.

Éstas son las características que convierten a un jefe en un buen líder:

  • 1- Los líderes comprenden las fortalezas y debilidades de cada empleado. Un entrenador realmente bueno, como un buen líder en cualquier ambiente de trabajo, se da cuenta de cómo cada miembro del equipo puede contribuir mejor al éxito general del grupo. Para ser un buen líder, para ser el entrenador, es necesario poner a los jugadores en la mejor situación para que tengan éxito. Es necesario conocer las capacidades de cada individuo y qué pueden aportar a los demás y a la compañía.

 

  • 2- Los buenos líderes entienden las diferentes personalidades de sus empleados y cómo gestionarlos. No se puede interactuar con todos de la misma manera. El buen líder necesita ser consciente del poder que tiene como entrenador para crear la química y la dinámica apropiada dentro de su organización. Esto está directamente relacionado con su capacidad de conectarse con cada miembro del equipo de forma individualizada.

 

  • 3- Un buen líder, al igual que un entrenador de futbol, te permite chutar cuando cuenta y no te condena si la pelota no entra. En cada juego o en cualquier ambiente de equipo, habrá un “segundo tiro”, en el que el entrenador hace todo lo posible para poner al equipo en una posición ganadora, pero luego tiene que transmitir su confianza al grupo y que alguien realice ese disparo ganador. La confianza y el empoderamiento dentro de una organización son aspectos clave. Incluso cuando falla el tiro, es importante que el líder continúe allí, al lado del equipo, apoyándolo y ayudando a averiguar qué falló y cómo se podría haber resuelto.

 

  • 4- El líder tiene una visión clara. Al igual que un entrenador durante un partido, tiene la capacidad de ver el panorama general y adelantarse a lo que pueda pasar. En las organizaciones, a veces hay que tomar decisiones que no tienen sentido para algunos, especialmente a corto plazo. Por ello, es importante que el líder comunique su visión de futuro a la dirección de la compañía para que el equipo comprenda los retos necesarios que deberá afrontar para llegar al objetivo común. Esto permite asumir riesgos e incertidumbre, pero solo si el grupo entiende dónde está y por qué.

 

  • 5- Todos en el equipo necesitan saber el papel que desempeñan y sentir que su rol es importante. No se necesita mucho para mostrar aprecio y reconocimiento a las personas de los equipos de la organización. Es necesario encontrar la manera de valorar el esfuerzo de cada uno de los empleados, por pequeña que parezca su función. De esta manera, trabajarán más motivados, con más lealtad hacia la empresa y serán más eficaces y productivos.

 

  • 6- Un líder se preocupa realmente por su equipo: no solo tiene trabajadores a su cargo, sino personas. A fin de cuentas, el papel de un entrenador o líder es facilitar la creación de un ambiente que ayude a hacer las cosas que acercan la compañía al éxito. Consiste realmente en invertir en cada persona sobre una base individual y de estar conectado con el crecimiento de cada uno dentro de la organización. No se trata de hacer de alguien un jugador mejor, sino de ayudar a convertirlo en un ser humano mejor. Es muy positivo que los miembros del equipo sientan como su responsable tiene un interés genuino en su bienestar. Así es como se crea la lealtad, la confianza y la cohesión entre un grupo de personas.

 

  • 7- Un buen líder conduce a sus empleados hacia un lugar donde serán mejores de lo que lo fue él. Gran parte del éxito de un líder está directamente relacionado con el tipo de impacto que puede tener en las personas como mentor o guía inspirador. Esto significa dejarlos en la mejor posición para tener éxito. En el verdadero sentido de este ideal, un entrenador crea jugadores que son mucho mejores de lo que nunca lo será él. Esto puede resultar aterrador para esos líderes que viven y trabajan impulsados por su ego y que pasarán por la vida sin generar ningún impacto real. El objetivo de un líder genuino es dejar a la siguiente generación con más herramientas, más conocimientos y mayor capacidad de éxito.

 

Start typing and press Enter to search