6 consejos para gestionar el absentismo emocional en la empresa

 In Gestión de las relaciones, Team Coaching

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El estrés en el lugar de trabajo implica costes importantes relacionados con la reducción de la productividad, las ventas y los beneficios. También es un factor clave en el absentismo de los empleados. Pero no todo es absentismo físico. Existe también el llamado absentismo emocional.

Si vemos que nuestros empleados, en vez de aprovechar todo su potencial, asumen las tareas asignadas con apatía y resignación, puede ser a causa del absentismo emocional. Según un estudio realizado durante más de 25 años por la empresa de estudios de mercado Gallup a más de un millón de trabajadores y a 80.000 directivos, tan solo el 20 % de los empleados dan lo mejor de sí mismos cuando trabajan.

El coste de oportunidad de un empleado presente pero no implicado totalmente es muy elevado en términos de productividad y beneficios empresariales. Además, en la actualidad, las compañías no se conforman con la mera ejecución de las tareas, sino que piden a sus colaboradores innovación, trabajo en equipo y orgullo de pertenencia a la organización.

En esta línea, cada vez más empresas buscan el compromiso de sus colaboradores más allá de los tradicionales factores extrínsecos al trabajo ―sueldo, estatus, planes de pensiones― y responden a otro tipo de necesidades que motivan a sus empleados en su puesto, como el plan de carrera, el clima de trabajo, la conciliación de vida personal y profesional, etc.

 

 

Los empleados buscan un equilibrio entre la vida profesional y la personal. La época del yuppie adicto al trabajo ha terminado y la empresa debe ser capaz de responder a estos nuevos valores. El superior inmediato es la persona mejor situada para detectar un absentismo emocional repetitivo o permanente.

Los síntomas se manifiestan a tres niveles:

  • La gestión de sí mismo, con falta de confianza o de autocontrol a la hora de expresarse.
  • La gestión de las relaciones con el entorno, con una menor atención a las necesidades del cliente o del resto del equipo.
  • La falta de creatividad, con una menor receptividad a aquello que sucede a su alrededor, y la escasez de ideas.

Las políticas de motivación basadas exclusivamente en recompensas económicas funcionaron en el pasado y lo harán en el futuro si se busca simplemente el acatamiento de órdenes y la ejecución de tareas. El compromiso, la fidelidad y la motivación de los empleados, por el contrario, no se compran tan fácilmente.

 

 

La responsabilidad de lidiar eficazmente con el estrés es uno de los aspectos más importantes y desafiantes del trabajo de un directivo o líder. Estos son seis consejos útiles para reducir el estrés laboral y el absentismo emocional de los empleados:

 

1. Priorizar y organizar.

Es necesario pautar y controlar el ritmo y el volumen de trabajo, así como tratar de limitar la duración de los periodos de alto estrés y hacer saber a los empleados que hay una luz al final del túnel. Es preciso evitar plazos no razonables. Conviene asegurarse de que las asignaciones que se dan a los empleados son adecuadas a sus habilidades y recursos y definir claramente los roles de los empleados y sus expectativas de rendimiento.

 

2. Comunicar.

Es buena idea involucrar a los empleados en grandes decisiones, especialmente aquellas que afectan a sus tareas; es importante encontrar maneras de mostrar a los trabajadores que se valoran sus contribuciones y dejar claro que hay oportunidades para el desarrollo de su carrera, así como mantenerles informados sobre las decisiones y los desarrollos importantes de la empresa. Y, sobre todo, hay que escuchar atentamente no solo las palabras, sino también las emociones que los trabajadores intentan comunicar.

 

3. Apoyar un buen ambiente laboral.

Capacitar a los empleados con el fin de delegar ciertas tareas y responsabilidades en ellos. Alentar y recompensar su creatividad. Es importante enfatizar el trabajo en equipo y la resolución colaborativa de problemas, así como celebrar los éxitos conseguidos de forma conjunta.

 

4. Resolver el conflicto positivamente.

Los conflictos en el lugar de trabajo pueden ser una fuente importante de estrés para los empleados. Al ser proactivo y positivo en la resolución de conflictos, es posible reducir la tensión y crear una atmósfera de confianza y cooperación.

 

5. Adoptar disposiciones de trabajo flexibles.

La rigidez en los horarios de trabajo puede ser una fuente importante de estrés para los empleados que viven una vida agitada fuera del lugar de trabajo, especialmente aquellos que deben atender las necesidades de familiares. Al reconocer estas necesidades y organizar jornadas de trabajo flexibles, es posible generar mayor lealtad y satisfacción laboral.

 

6. Practicar una autogestión eficaz.

La inteligencia emocional es esencial para reforzar la confianza en uno mismo, desactivar la tensión y mantener cierto sentido del humor para proyectar una sensación de calma y liderazgo. El estrés puede socavar la capacidad para ejercitar la inteligencia emocional, por lo que es importante hacer todo lo posible para aumentar la propia capacidad de autoconocimiento y autogestión de los directivos. Hay que estar atento a la salud física y emocional; conectarse con los demás en el trabajo; analizar los problemas con alguien de confianza. Cuanto mejor se sientan los directivos, mejor resistirán las situaciones estresantes y más capacidad tendrán de detectar el absentismo emocional entre sus empleados.

 

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