Los distintos tipos de liderazgo que pueden generar disonancia
ÍNDICE:
- Los estilos de liderazgo
- El timonel
- El autoritario
1.- Los estilos de liderazgo
Como explicamos en el post anterior, la resonancia cumple un papel esencial en el liderazgo. Al igual que en el post anterior, hablaremos de cómo ésta no depende únicamente del estado anímico del líder ni de sus apreciaciones subjetivas, sino de la manera en la que combinan y gestionan, según las circunstancias, las seis modalidades diferentes de liderazgo:
- El visionario
- El coaching
- El afiliativo
- El democrático
- El timonel
- El autoritario
En el último post, comentamos las cuatro primeras, que alientan la resonancia y promueven el rendimiento. En el post de hoy, hablaremos de las dos últimas, que son útiles pero deben ser aplicadas con cuidado ya que pueden provocar disonancia.
2.- El timonel
El estilo de liderazgo timonel anima a la excelencia en sus empleados ya que son los propios líderes los que dan ejemplo con su conducta. Esta modalidad de liderazgo es altamente útil en ámbitos muy técnicos o entre profesionales con mucha experiencia. También es importante contemplarlo como posibilidad cuando la organización se encuentra en una fase vital del ciclo en el que el crecimiento resulte esencial.
Para que este estilo de liderazgo tenga consecuencias positivas, se requiere de un equipo muy motivado, muy competente y que necesite poca dirección. Se podría afirmar incluso que, cuando se dan todas estas circunstancias, el líder timonel no se enfrenta a grandes dificultades para lograr que el trabajo se cumpla.
“Este estilo sólo se puede recomendar en entornos en los que realmente funcione, y aun así, debe usarse con suma cautela”
El líder que actúa como timonel, suele estar obsesionado con alcanzar un nivel muy alto de rendimiento. Pero lo que en un principio puede parecer admirable, puede resultar un problema si se empeña en que todo el mundo actúe igual y haga exactamente lo mismo. Rápidamente, un líder timonel detecta quién es el menos productivo, le pone el listón de exigencia alto y se presta a resolver personalmente los problemas si su equipo no puede.
“El uso inadecuado del estilo timonel puede acabar degenerando fácilmente en opresión”
El líder timonel suele dar por hecho que todo el mundo sabe lo que tiene que hacer, por lo que tampoco ve necesario explayarse en sus directrices y sus subordinados gastan tiempo y energía en adivinar el cómo, cuándo y por qué deben hacer las cosas. Esto suele conllevar a una baja moral cuando el equipo se sienta demasiado oprimido por su líder.
Además, los líderes timonel sólo piensan en sus objetivos, por lo que se desentienden de sus empleados, no les ayuda a alcanzar objetivos comunes y todo esto provoca una gran disonancia. Es lógico que cuanta mayor presión ejerza el líder sobre el equipo, más angustia genere sobre el mismo. Alcanzar los resultados esperados es prioritario para él y siendo verdad que cierto grado de presión puede resultar positivo, la presión excesiva suele resultar extenuante.
“Se trata de un estilo de liderazgo que, si bien suscita cierta euforia, también suele obstaculizar el logro de un rendimiento sostenido”
Las competencias fundamentales que deben trabajar estos líderes se basan en la buena combinación entre la motivación de logro que mejore el rendimiento y la iniciativa que permita aprovechar las oportunidades. Se ha de tener en cuenta que este tipo de líderes no se sienten recompensados externamente con dinero o reconocimiento ajeno, sino por el cumplimiento de sus propios estándares de exigencia.
4.- El autoritario
El líder autoritario exige al equipo que acate las normas, hechas por él, sin condiciones, sin dar explicaciones de por qué y además amenazando. No saben delegar autoridad, por lo que son ellos y sólo ellos los únicos capaces de supervisar y controlar de manera escrupulosa todo lo que ocurre. En estos casos el rendimiento suele ser bastante pobre, pero si lo hay, el feedback que recibe es siempre negativo y centrado en lo que se ha hecho mal.
“El estilo autoritario es tan coercitivo que es el más adecuado para alentar la disonancia”
Teniendo en cuenta que el contagio emocional en una organización se produce más rápidamente de manera descendente, es decir, desde el jefe hasta los subordinados, podemos afirmar que el líder autoritario tendrá un gran efecto sobre las emociones del equipo. Este tipo de líder intoxica el estado de ánimo y además pocas veces utiliza la alabanza como respuesta a una acción. Todo lo contrario, éste líder no duda en criticar abiertamente a sus empleados. Por último cabe destacar que se desaprovecha una de las herramientas fundamentales del liderazgo: la motivación de los trabajadores estrella.
“A pesar de sus manifestaciones negativas, el estilo autoritario puede ocupar un lugar importante en el repertorio de recursos del líder emocionalmente inteligente”
La posición de líder autoritario puede resultar muy útil cuando se debe poner en funcionamiento una empresa o cuando éste se ve obligado a cambiar los hábitos de una organización que está pasando por un mal momento. De la misma manera que resulta necesario en casos de emergencia, en los que el líder tendrá que reorientar claramente a la tropa en medio del caos, y en casos en los que el resto de estilos haya fracasado frente a empleados problemáticos.
“El estilo autoritario requiere de la conciencia de uno mismo, el autocontrol emocional y la empatía necesaria para evitar que las cosas salgan de contexto”
Para el uso adecuado de este estilo se necesitan tres competencias fundamentales de la inteligencia emocional: la influencia, el logro y la iniciativa. La motivación de logro requiere de capacidad para ejercer un liderazgo sólido y sincero con el objetivo de mejorar resultados, así como la iniciativa necesita de saber aprovechar oportunidades y saber mandar. Saber mandar no es más que ser lo suficientemente resolutivo para dar órdenes sin detenerse a ponderar un determinado curso de acción, como también llevar a las cosas por el camino correcto antes de que sea demasiado tarde.