Las cinco claves del liderazgo consciente

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Como directivo, sería genial impulsar a la compañía a obtener mayores ganancias, ser más innovador y contar con empleados más felices y motivados. Pero para muchos líderes, es difícil alcanzar esos objetivos por diferentes razones: quizás los empleados no entienden realmente la filosofía y las metas de la empresa; a lo mejor la rotación laboral es elevada; hay un clima generalizado de descontento, etc. El resultado es que los trabajadores se muestran insatisfechos, y gran parte del trabajo de un líder es mantener a sus equipos comprometidos, productivos y motivados.

Si eres el líder, puede resultarte chocante pensar que un gran porcentaje de tus empleados están descontentos. Pero, en el fondo, sabes que es cierto porque la retención del talento es un problema, la contratación es difícil y la cultura corporativa que costó tanto construir se está desmoronando. Cuando la cultura organizacional se ha dañado, ¿cómo puede repararse con éxito? Muy sencillo: liderando con las emociones. En primer lugar, es necesario pensar en lo que significa ser feliz en el trabajo para las personas en los diferentes niveles de la empresa, desde el desarrollo de productos a las ventas, los recursos humanos o el marketing. A partir de ahí, hay que priorizar cinco aspectos para reconstruir la cultura de la empresa:

 

1. Reconocimiento de los empleados

A veces, para mostrar el reconocimiento de un empleado, la compensación económica es una herramienta adecuada, pero no siempre es la mejor. Las empresas deben alinear el reconocimiento con su cultura laboral y con el ejercicio de un liderazgo consciente.Si se está liderando una empresa innovadora con mucha gente creativa y técnica, las recompensas pueden consistir en menos dinero y más tiempo para trabajar en proyectos paralelos en áreas que reflejen los intereses de los empleados: tecnología social, cursos de formación o compromiso con la comunidad, por ejemplo. Si la compañía posee un grupo de trabajo multigeneracional, será un poco más difícil conseguir el equilibrio deseado, pero siempre hay que mostrar reconocimiento al empleado, transmitiendo una emoción genuina al hacerlo de forma personal y con sinceridad.

 

 

2. Evaluaciones de los trabajadores

Las revisiones son parte del sistema de valoración de los empleados. En muchos casos son una herramienta mal utilizada que perjudica a la cultura corporativa. Estas revisiones tienen dos componentes principales: las personas involucradas y la tecnología utilizada para recopilar y procesar el contenido de la revisión. Por ello, hay que tratar con la gente primero: asegurarse de que todo el mundo entienda el propósito de las evaluaciones y cómo estas afectan a la cultura corporativa. También es positivo considerar nuevos sistemas y tecnologías que mejoren el procedimiento de evaluación de desempeño de los trabajadores.

 

3. Conexión social

No hay nada más importante para una cultura sana que el liderazgo consciente y emocional: los directivos deben dedicar una parte del tiempo a estar disponibles para los empleados y a hablar con ellos de temas ajenos a la empresa; mantener la puerta del despacho abierta tanto como sea posible y no bajar la mirada cada vez que un empleado pasa por delante. Piensa en cómo te sentirías si cada vez que paseas por la oficina la gente mirase hacia otro lado. Conecta con tus emociones y conectarás con tus empleados.

 

4. Establecer y comunicar expectativas

La gente necesita saber dónde está y eso solo es posible si entiende lo que se espera de ella. Esto va más allá del establecimiento de objetivos de rendimiento. Es necesario ser claro sobre cuáles son las expectativas de la compañía y también comunicar éxitos, discutir riesgos y compartir metas grandes y pequeñas. Hay que ser honesto cuando las cosas no van de la manera deseada y pedir y compartir sugerencias para implementar mejoras. Liderando con las emociones, es posible comunicar que se espera lo mejor no solo de los empleados, sino de las personas que hay tras los trabajadores.

 

5. Mantener los niveles de energía y motivación

Para ser un líder emocionalmente consciente se necesita tiempo para desconectar y recargar pilas. Tomarse unas vacaciones, ir a seminarios, reunirse con los compañeros: todas son formas de reponer energía. No es tarea de un líder hacer que todos los empleados estén contentos, pero es la responsabilidad de un líder construir una cultura en la cual los empleados puedan ser productivos, estén comprometidos, crezcan profesionalmente y trabajen en condiciones que contribuyan a su felicidad.

 

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