Las tendencias del coaching en 2018
A medida que la generación de baby boomers se va retirando, emergen nuevas generaciones de líderes y ello implica una creciente necesidad de servicios de coaching, al ser una de las herramientas más adecuadas para integrar la gestión de la sucesión del liderazgo en cualquier empresa.
Además, el coaching sigue siendo especialmente eficaz a la hora de gestionar los entornos cambiantes e inciertos del mercado laboral actual en todo el mundo. Así que los expertos auguran una larga vida al coaching, tal y como refleja el estudio publicado recientemente por la American Management Association (AMA) sobre las tendencias del coaching durante 2018.
Este estudio destaca como principales tendencias del coaching para el próximo año las siguientes:
El coaching ejecutivo madurará como industria
El coaching se convertirá en una especie de “industria artesanal”, formada principalmente por individuos o pequeños grupos de personas. Se tratará de profesionales independientes acreditados que formarán parte de asociaciones más grandes, ya sea grupos de consultoría o empresas de coaching.
Estas organizaciones con frecuencia serán expertas en ciertos tipos de coaching. Habrá, por ejemplo, empresas que se especializarán en proporcionar coaches para ayudar a desarrollar líderes de alto nivel en los sectores de la ley, las finanzas, el marketing o la industria. Otras organizaciones tendrán un mayor espectro de coaches, incluidos los generalistas, que se centrarán principalmente en ayudar a perfeccionar las habilidades de liderazgo y de construcción de relaciones de los directivos. Estas compañías también dispondrán de especialistas en campos como la gestión de equipos internacionales, el compromiso o el liderazgo virtual, entre otros.
Este proceso de maduración se revelará en las formas en que las empresas utilizan y contratan a las agencias de coaching. Habrá más contratos estándar y verificación de credenciales, como formas de tratar de determinar el retorno de la inversión o, como mínimo, el retorno de las expectativas. Es decir, se llevará a cabo una evaluación sistemática que permitirá valorar si los procesos de coaching contratados cumplen las expectativas de todas las partes implicadas.
Aparecerán más barreras de entrada al sector
A medida que la industria del coaching siga madurando, también lo harán sus barreras de entrada. Aparecerán evaluaciones y certificaciones más rigurosas, al menos para el conjunto de coaches que trabajan en las empresas o para ellas.
Cuando esto ocurra, habrá menos personas que trabajen en este sector sin estar cualificadas, y ello será motivo de quejas sobre supuestas barreras artificiales para entrar en el sector. Pero esta tendencia contará con el apoyo de las empresas y organizaciones oficiales de coaching, así como el de las compañías que utilizan estos servicios.
También habrá más verificación de referencias entre las compañías que usan coaches y un mayor intercambio de información sobre las tasas de éxito de los procesos. Nacerán asociaciones con bases de datos que rastrearán y compartirán información sobre los niveles de efectividad de las empresas de coaching.
Los coaches profesionales ofrecerán más procesos de nivel medio
Las empresas de coaching y los coaches individuales intentarán ampliar su mercado apelando a los directivos de nivel medio en las empresas. Sin embargo, esto no será rentable, a menos que las tarifas cobradas sean similares a las de un alto directivo o los procesos sean más reducidos.
Así, puede que la tasa por alumno baje para muchos formadores a cambio de incrementar la estabilidad de su trabajo. Tampoco será fácil captar a ese objetivo de directivos medios que suelen ser más reacios a emplear este tipo de herramientas y procesos. Este será entonces uno de los desafíos más significativos de los próximos años para muchas compañías, que tendrán que compatibilizar el uso del coaching interno y externo no solo entre sus principales directivos sino también entre el resto de empleados.
Se crearán más herramientas de e-learning para ayudar al personal a aprender cómo puede ser efectivo el coaching. Además, es probable que se ponga un mayor énfasis en desarrollar la experiencia interna de coaching entre los profesionales de formación, desarrollo y recursos humanos.
El matchmaking se convertirá en esencial para el coaching exitoso
A medida que se vayan dando cuenta de la importancia de buscar el formador más apropiado para el alumno, las organizaciones y empresas de coaching investigarán mejores formas de relacionarlos o “emparejarlos”. Para conseguirlo, se utilizarán herramientas que ayuden a unir a las personas de acuerdo con sus personalidades, sus intereses y sus campos de especialización. También se dará más importancia a las entrevistas previas y a los resultados de clientes anteriores.
El establecimiento de métricas se convertirá en una práctica habitual. Las agencias de coaching y las compañías que contraten formadores mejorarán en el uso de las técnicas empleadas para medir el éxito del proceso. Para las agencias de coaching, esta será una parte importante de su estrategia de gestión del rendimiento. Esas empresas estarán particularmente interesadas en ver cómo pueden utilizar estas métricas antes y después de los procesos con el objetivo de mejorar su resultado y su efectividad.
Cada vez más coaches profesionales tendrán habilidades para ayudar a las organizaciones a medir los resultados de los diferentes procesos. Es poco probable que cada cliente quiera o pueda medir estos resultados de la misma forma, por lo que serán los coaches los que les ofrecerán herramientas y estrategias para medir el “retorno” en la relación de coaching establecida entre empresa y cliente.
En algunos casos, las empresas clientes querrán medir si el alumno se vuelve más productivo en ciertas áreas. En otros casos, las empresas se fijarán más en los niveles de compromiso o de rendimiento de los equipos de trabajo. En muchos casos, el coach se volverá más experto para ayudar a las compañías a sacar el mayor provecho posible de esta formación.
Algunos pueden pensar que el hecho de que el coach ayude a las empresas clientes a extraer esas valoraciones puede derivar en un conflicto de intereses. Es probable que esta tarea la lleve a cabo el coach junto con personal de formación o recursos humanos de la compañía o con profesionales externos especializados en este tipo de métricas.
El coaching será más virtual
El coaching presencial seguirá existiendo, pero la tendencia es que vaya en aumento el denominado coaching virtual. Las nuevas tecnologías favorecen el hecho de que puedan realizarse sesiones de coaching mediante videoconferencia, Skype e incluso WhatsApp. Además, el coach podrá prescribir a sus clientes ejercicios, herramientas y módulos de aprendizaje y de reflexión online con el fin de complementar el proceso de coaching.
Se establecerán instituciones de desarrollo de coaching externo
El estudio realizado por la asociación americana AMA muestra que los programas de coaching de desarrollo externo están más relacionados con el éxito que los internos. Esto representará una oportunidad de mercado para las universidades y otras instituciones que ofrezcan estudios y formación a aquellas personas que quieran dedicarse al coaching. A medida que este sector vaya madurando, surgirán instituciones de referencia que se caracterizarán por la calidad y el talento de los coaches formados en ellas. Estas instituciones proporcionarán no solo acreditación, sino también ética, códigos y prácticas estándar, con lo que contribuirán de forma significativa a hacer del coaching una profesión consolidada y respetada.
MI CONCLUSIÓN PERSONAL
En varias entrevistas he dado mi opinión sobre este tema, os dejo aquí bajo mi punto de vista de hacia donde creo que una organización debería invertir sus esfuerzos a la hora de invertir en coaching para sus empleados.
El coaching de equipos se enfoca en ayudar a las personas a ir desde donde están hasta donde quieren llegar ellas y su compañía. Para saber más de este tipo de coaching descargate en este enlace seguro que te es de utilidad.
