La integración laboral y personal en la empresa
Ha llegado la hora de cambiar la idea acerca del equilibrio entre nuestro ámbito laboral y el personal. El trabajo y la vida no existen en polos separados y opuestos que deban equilibrase. En la sociedad actual, caracterizada por una conectividad constante y continuada, cada vez es más difícil distinguir estos dos ámbitos que forman parte de cada uno de nosotros.
Algunos expertos en psicología del trabajo afirman que es precisamente la búsqueda de ese equilibrio o conciliación entre la vida personal y la laboral una de las principales causas de estrés entre los trabajadores. Y ya sabemos que ese estrés va a repercutir de forma negativa tanto en la productividad de la empresa como en el bienestar de la persona. Muchos de estos especialistas están introduciendo en las empresas un nuevo concepto que va a ir reemplazando al del equilibrio y que se denomina en inglés Work-Life blend, es decir, la combinación entre el trabajo y la vida o la integración laboral y personal en la empresa.
Los directivos de las empresas deben aceptar la realidad de que el trabajo impacta en la vida y que la vida personal afecta al trabajo también. Ello implica que la productividad en la empresa se ve afectada por factores externos e internos. Para ayudar a los equipos a lograr una buena integración laboral y personal, es necesaria una estrategia que genere una comunicación abierta y honesta entre los líderes y los empleados.
Hay que buscar en las organizaciones momentos para mantener reuniones individuales con los trabajadores y comentar qué factores internos y externos al propio trabajo pueden afectar a su éxito y eficacia en la empresa. Algunos empleados quizás desean llegar a casa antes para poder cenar con sus hijos; puede que otros quieran apuntarse a un curso de idiomas y otros necesiten tiempo para entrenar porque van a participar en una maratón. Una comunicación abierta y honesta en este sentido permitirá a los líderes ayudar a los empleados a planificar sus compromisos laborales en torno a sus obligaciones personales.
Es vital reconocer que tener tiempo para hacer todas estas cosas tiene tanto impacto en el bienestar y la productividad de una persona como una buena dinámica de equipo o la sensación de progreso profesional. Es necesario que haya espacio en la agenda para recursos y decisiones estratégicas con el fin de acomodar estos intereses externos. Si el empleado consigue integrar de forma adecuada su ámbito laboral con su vida personal, el resultado será una persona mucho más comprometida con la empresa, más motivada y más feliz.
Es importante que los líderes trabajen con cada miembro del equipo para identificar qué pasos prácticos y cuantificables van a ayudar a conseguir una combinación satisfactoria de trabajo y vida. Existen en el mercado algunas herramientas en línea que pueden ayudar en este sentido. Algunas aplicaciones como Remember the Milk y Toggl registran el tiempo empleado en cada tarea, lo que puede optimizar la gestión del tiempo, por ejemplo.
Por otro lado, este concepto de integración laboral y personal no pertenece como pudiera parecer a generaciones como la de los millennials. Cada grupo de edad tiene sus deseos y sus miedos y debe encontrar la combinación entre el trabajo y la vida que más se adecue a sus necesidades. De lo contrario, será difícil desarrollar todo el potencial de cada uno como empleados y como personas.
Un nuevo paradigma laboral
El aumento del trabajo flexible ha sido un gran paso hacia adelante. Ha devuelto a las personas un sentido de propiedad sobre su tiempo y, gradualmente, está creando un estilo de administración empresarial más compasivo. Sin embargo, estos nuevos enfoques deben estar respaldados por un cambio genuino en la mentalidad de las empresas.
En la carrera por atraer y retener al mejor talento, además de fomentar la creatividad y la innovación líder en la industria, priorizar el bienestar del equipo es un aspecto clave si se desea que los empleados sean más productivos y rentables. En este sentido, diferentes estudios demuestran que cuanto más felices sean las personas y menos estresadas estén, es menos probable que consideren buscar otro trabajo. Y a mayor satisfacción en el ámbito laboral, más bienestar personal y menos estrés experimentarán. Por este motivo es necesario que los directivos y líderes ayuden a sus empleados a lograr esa integración entre lo laboral y lo personal, y así estos estarán más felices, menos estresados, con más probabilidades de permanecer en la empresa, trabajar más motivados y tener éxito.
Es hora, por tanto, de deshacerse de estas dicotomías obsoletas: ellos o nosotros, ambición o vulnerabilidad, trabajo o vida. Apostar por la combinación trabajo-vida y fomentar la filosofía y la estrategia que acompañan a este concepto es la forma en que las organizaciones se mantienen relevantes para el talento que tienen y el talento que necesitan. Al final, las personas definirán su éxito como un negocio y los mejores querrán trabajar donde vean que se logra la armonización entre vida y trabajo.
